Economía de los Recursos Naturales y su Relación con la Bioeconomía

La economía de los recursos naturales es una disciplina económica que se ocupa de cómo se gestionan y utilizan los recursos naturales, tanto renovables como no renovables, para satisfacer las necesidades humanas actuales y futuras. Esta rama de la economía considera los límites impuestos por la naturaleza y examina las implicaciones económicas de la explotación de estos recursos, incluyendo su agotamiento y la degradación ambiental. En este contexto, la bioeconomía emerge como un enfoque innovador que pone en el centro de la matriz productiva a la biodiversidad, los bosques que la albergan y las personas que los cuidan, con el objetivo de promover un uso sostenible de los recursos renovables. Este ensayo analiza la economía de los recursos naturales y su vinculación con la bioeconomía, destacando la relevancia de integrar la biodiversidad y la tecnología en los modelos productivos para fomentar la sostenibilidad y el desarrollo de bioemprendedores.

Economía de los Recursos Naturales

Recursos renovables y no renovables

Los recursos naturales pueden clasificarse en renovables y no renovables. Los recursos renovables son aquellos que, bajo un manejo adecuado, pueden regenerarse a lo largo del tiempo, como los recursos pesqueros y forestales. Un concepto clave en su manejo es el rendimiento sostenible, que busca equilibrar la extracción con la capacidad de regeneración del recurso (Hotelling, 1931). Los recursos no renovables, por otro lado, son aquellos cuya tasa de regeneración es prácticamente nula en escalas temporales humanas, como los combustibles fósiles y ciertos minerales. La Regla de Hotelling establece que el ritmo óptimo de extracción de estos recursos está determinado por la comparación entre el aumento esperado de su valor en el futuro y el costo de su extracción en el presente (Martínez-Alier, 1997).

Capital natural y capital fabricado por el hombre

La economía ecológica argumenta que la evolución de la economía humana ha pasado de una dependencia del capital fabricado por el hombre (maquinarias, fertilizantes) a una situación en la que el capital natural (como la tierra fértil, el agua limpia y la biodiversidad) se ha convertido en el factor limitante para el desarrollo económico sostenible. En este sentido, se hace necesario maximizar la productividad del capital natural, en lugar de seguir expandiendo la acumulación de capital fabricado por el hombre (Martínez-Alier, 1997).

Deuda ecológica y comercio ecológicamente desigual

El concepto de deuda ecológica hace referencia a la responsabilidad histórica de los países desarrollados por los daños ambientales causados en los países en desarrollo. Esto incluye la explotación excesiva de recursos naturales y la degradación ambiental como consecuencia de las actividades comerciales. Este comercio es ecológicamente desigual, ya que los países del sur exportan materias primas, como el oro negro (petróleo) y el oro verde (recursos genéticos), a cambio de productos manufacturados con un valor añadido mucho mayor en los países del norte, lo que perpetúa las desigualdades económicas y ambientales (Martínez-Alier, 1997).

La Bioeconomía como solución sostenible

La bioeconomía surge como un enfoque que busca reconceptualizar el desarrollo económico en términos de sostenibilidad. Se basa en la utilización de recursos biológicos renovables, como la biomasa, los productos forestales y la biodiversidad, para generar bienes y servicios. En este modelo, la biodiversidad y los ecosistemas son considerados capitales esenciales para la producción económica, al mismo tiempo que se garantiza su conservación y uso sostenible.

Un principio clave de la bioeconomía es que las economías pueden externalizar los beneficios hacia la sociedad en su conjunto, a través del desarrollo de tecnologías que mejoren la eficiencia y el rendimiento de los recursos naturales. De este modo, se promueve la creación de bioemprendedores, que son actores clave en la transformación de materias primas biológicas en productos con valor agregado, a través de la innovación tecnológica y la sostenibilidad. La incorporación de la tecnología en los procesos de transformación es fundamental para aumentar la eficiencia en la producción y el uso de los recursos biológicos.

La bioeconomía también se asocia con cambios en los patrones de comercio, orientándose hacia productos que tienen menor impacto ambiental. Un ejemplo de esto es el comercio de productos de «oro blanco» (energía hidroeléctrica) y «oro amarillo» (productos mineros como el oro), que pueden ser gestionados de manera más sostenible mediante el uso de tecnologías más limpias y regulaciones ambientales más estrictas (Uslar Pietri, 1936).

Desarrollo de Bioemprendedores y Comercialización

El desarrollo de bioemprendedores es esencial para la expansión de la bioeconomía. Estos emprendedores innovan en la creación de productos y servicios que aprovechan los recursos naturales de manera sostenible. La tecnología juega un papel central, en el uso eficiente de los recursos, y en la comercialización de productos bioeconómicos. La capacidad de acceder a mercados globales y de transformar materias primas en productos de alto valor agregado es una de las claves del éxito de los bioemprendedores.

En este sentido, la bioeconomía se basa en un enfoque integral que combina el desarrollo tecnológico, el uso sostenible de los recursos y la justicia social. Al incorporar nuevas tecnologías en los procesos productivos y al fortalecer la función comercial de los productos de la bioeconomía, se crea un sistema más justo y equitativo que respeta los límites ecológicos y promueve el bienestar social.

Conclusión

La economía de los recursos naturales y la bioeconomía están intrínsecamente vinculadas en su búsqueda de un desarrollo sostenible. Mientras que la primera se centra en la gestión eficiente de los recursos limitados del planeta, la bioeconomía ofrece una solución a largo plazo que integra la biodiversidad y la sostenibilidad en el centro de la producción económica. A través de la innovación tecnológica y la creación de bioemprendedores, es posible lograr un modelo económico que no solo sea rentable, sino que también garantice la conservación de los ecosistemas y la equidad social. El desafío radica en equilibrar las necesidades económicas inmediatas con el imperativo de proteger y restaurar el capital natural, asegurando así un futuro sostenible para las generaciones venideras.

Referencias

Hotelling, H. (1931). The economics of exhaustible resources. Journal of Political Economy, 39(2), 137-175.

Martínez-Alier, J. (1997). Deuda ecológica y el comercio ecológicamente desigual. Revista Internacional de Economía, 15(3), 145-168.

Uslar Pietri, A. (1936). Sembrar el petróleo. Editorial Artes Gráficas.

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¿Como implementar la bioeconomía?

Resumen ejecutivo

Implementar la bioeconomía requiere un enfoque multidisciplinario que combina la innovación en biotecnología, políticas públicas, desarrollo sostenible y colaboración entre diversos sectores de la sociedad. El primer paso es desarrollar una estrategia nacional con objetivos y metas claras, creando un marco regulatorio adecuado y políticas de apoyo que incentiven la inversión en investigación y desarrollo (I+D). Es clave establecer centros de investigación y fomentar la colaboración entre universidades, empresas y el sector público, proporcionando financiamiento adecuado para proyectos innovadores.

La educación y capacitación son pilares fundamentales, con programas educativos específicos y capacitación continua para profesionales en el sector. Además, es esencial desarrollar la infraestructura tecnológica necesaria, mejorar la logística y distribución de bioproductos, y establecer zonas de innovación. La promoción de la innovación y el emprendimiento mediante incubadoras, redes de innovación y competencias también es vital para el crecimiento de la bioeconomía. Finalmente, el monitoreo y evaluación continuos a través de indicadores de desempeño y evaluaciones de impacto asegurarán que los esfuerzos en bioeconomía contribuyan efectivamente al desarrollo sostenible, fomentando una economía resiliente y sostenible.

 

¿Como implementar la bioeconomía?

Implementar la bioeconomía implica un enfoque multidisciplinario que combina la innovación en biotecnología, políticas públicas, desarrollo sostenible y colaboración entre diversos sectores de la sociedad. Aquí hay un plan general para implementar la bioeconomía:

1. Desarrollo de una Estrategia Nacional

  • Definir Objetivos y Metas: Establecer objetivos claros y metas a corto, mediano y largo plazo para la bioeconomía.
  • Marco Regulatorio: Crear un marco regulatorio que facilite la investigación, el desarrollo y la implementación de tecnologías biológicas y sostenibles.
  • Políticas de Apoyo: Implementar políticas que promuevan la inversión en I+D, incentivos fiscales, y subvenciones para proyectos de bioeconomía.

2. Inversión en Investigación y Desarrollo (I+D)

  • Centros de Investigación: Establecer y apoyar centros de investigación especializados en biotecnología y bioeconomía.
  • Colaboración Público-Privada: Fomentar la colaboración entre universidades, centros de investigación, empresas y el sector público.
  • Financiamiento: Proporcionar financiamiento adecuado para proyectos de I+D y promover la inversión privada.

3. Educación y Capacitación

  • Programas Educativos: Desarrollar programas educativos y de formación en bioeconomía a nivel universitario y técnico.
  • Capacitación Continua: Ofrecer programas de capacitación continua para profesionales en el sector de la bioeconomía.
  • Sensibilización Pública: Realizar campañas de sensibilización para informar al público sobre los beneficios de la bioeconomía.

4. Desarrollo de Infraestructura

  • Infraestructura Tecnológica: Desarrollar infraestructura tecnológica adecuada para apoyar la investigación y la producción en bioeconomía.
  • Logística y Distribución: Mejorar la logística y los sistemas de distribución para bioproductos.
  • Zonas de Innovación: Establecer zonas de innovación o parques tecnológicos dedicados a la bioeconomía.

5. Promoción de la Innovación y el Emprendimiento

  • Incubadoras y Aceleradoras: Crear incubadoras y aceleradoras para apoyar a startups y emprendedores en bioeconomía.
  • Redes de Innovación: Fomentar la creación de redes de innovación que conecten a investigadores, emprendedores e inversores.
  • Competencias y Premios: Organizar competencias y premios para reconocer y apoyar la innovación en bioeconomía.

6. Fomento de Mercados y Consumo Sostenible

  • Etiquetado y Certificación: Implementar sistemas de etiquetado y certificación para bioproductos sostenibles.
  • Campañas de Concienciación: Realizar campañas de concienciación para promover el consumo de bioproductos.
  • Alianzas con la Industria: Formar alianzas con la industria para aumentar la oferta de bioproductos en el mercado.
  • Integración de la Bioeconomía en Sectores Clave
  • Agricultura: Promover prácticas agrícolas sostenibles y el uso de biotecnología para mejorar la productividad y la sostenibilidad.
  • Silvicultura: Implementar técnicas de silvicultura sostenible y promover el uso de productos forestales no madereros.
  • Pesca y Acuicultura: Fomentar prácticas de pesca y acuicultura sostenibles y el uso de biotecnología para mejorar la gestión de recursos acuáticos.
  • Energía: Desarrollar biocombustibles y otras formas de energía renovable derivadas de la biomasa.
  • Industria: Promover el uso de bioproductos y biotecnología en procesos industriales para reducir la huella ambiental.

8. Medición y Monitoreo

  • Indicadores de Desempeño: Establecer indicadores de desempeño para monitorear el progreso en la implementación de la bioeconomía.
  • Evaluación de Impacto: Realizar evaluaciones periódicas del impacto económico, ambiental y social de la bioeconomía.
  • Informes y Transparencia: Publicar informes regulares sobre el estado de la bioeconomía y su contribución al desarrollo sostenible.

9. Cooperación Internacional

  • Colaboración Global: Participar en iniciativas y redes globales de bioeconomía.
  • Transferencia de Tecnología: Facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos entre países.
  • Proyectos Internacionales: Colaborar en proyectos internacionales que promuevan la bioeconomía y el desarrollo sostenible.

La implementación de la bioeconomía requiere un enfoque coordinado y colaborativo que involucre a gobiernos, industria, academia y sociedad civil. Es fundamental establecer una visión clara, invertir en investigación y desarrollo, promover la educación y capacitación, y fomentar la innovación y el emprendimiento. Con el apoyo adecuado y la colaboración entre los diferentes actores, la bioeconomía puede contribuir significativamente al desarrollo sostenible y a la creación de una economía más resiliente y sostenible.

 

¿Qué ejemplos de bioeconomía existen?

La bioeconomía abarca una amplia gama de sectores y actividades que utilizan recursos biológicos para producir bienes y servicios sostenibles. Aquí hay algunos ejemplos destacados de bioeconomía:

1. Agricultura Sostenible

  • Cultivos Mejorados Genéticamente: Utilización de biotecnología para desarrollar cultivos resistentes a plagas, enfermedades y condiciones climáticas extremas, reduciendo la necesidad de pesticidas y mejorando el rendimiento.
  • Agricultura de Precisión: Uso de tecnologías como sensores, drones y sistemas de información geográfica (SIG) para optimizar el uso de agua, fertilizantes y otros recursos agrícolas.

2. Bioenergía y Biocombustibles

  • Biocombustibles: Producción de bioetanol y biodiésel a partir de cultivos como el maíz, la caña de azúcar y las algas. Estos combustibles pueden reemplazar parcialmente a los combustibles fósiles, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Biogás: Generación de biogás a partir de residuos agrícolas, estiércol y otros materiales orgánicos. El biogás se puede utilizar para generar electricidad, calor o como combustible para vehículos.

3. Bioproductos y Biomateriales

  • • Bioplásticos: Producción de plásticos biodegradables y compostables a partir de materiales renovables como el almidón de maíz, la celulosa y los aceites vegetales.
  • • Textiles Sostenibles: Creación de fibras textiles a partir de recursos biológicos como bambú, cáñamo y algas, en lugar de fibras sintéticas derivadas del petróleo.

4. Industria Alimentaria

  • Alimentos Funcionales y Nutracéuticos: Desarrollo de alimentos y suplementos alimenticios que aportan beneficios adicionales para la salud, como probióticos y alimentos enriquecidos con vitaminas y minerales.
  • Proteínas Alternativas: Producción de proteínas a partir de insectos, algas y cultivos celulares para reducir la dependencia de la ganadería tradicional, que es intensiva en recursos y emite gases de efecto invernadero.

5. Silvicultura y Productos Forestales

  • Madera Sostenible: Gestión sostenible de bosques para producir madera y productos derivados, asegurando la reforestación y la conservación de la biodiversidad.
  • Productos No Madereros: Producción de productos como resinas, aceites esenciales y hongos comestibles a partir de bosques gestionados de manera sostenible.

6. Industria Farmacéutica y Biotecnología

  • Medicamentos Biológicos: Desarrollo de fármacos y terapias a partir de organismos vivos, como anticuerpos monoclonales y vacunas basadas en ADN.
  • Bioprocesos Industriales: Utilización de enzimas y microorganismos para la producción de productos químicos, detergentes y otros materiales industriales de manera más sostenible y eficiente.

7. Gestión de Residuos y Reciclaje Biológico

  • Compostaje: Conversión de residuos orgánicos en compost que se puede utilizar como fertilizante natural para mejorar la salud del suelo.
  • Reciclaje de Nutrientes: Recuperación de nutrientes de residuos orgánicos y aguas residuales para su reutilización en la agricultura.

8. Ecosistemas y Servicios Ambientales

  • Pagos por Servicios Ecosistémicos: Programas que compensan a los propietarios de tierras y agricultores por mantener prácticas que conservan la biodiversidad, almacenan carbono y protegen las fuentes de agua.
  • Restauración de Ecosistemas: Proyectos que buscan restaurar ecosistemas degradados, como humedales, bosques y praderas, para mejorar su capacidad de proporcionar servicios ecosistémicos.

Estos ejemplos ilustran cómo la bioeconomía puede integrarse en diversos sectores para promover la sostenibilidad, reducir la dependencia de los recursos fósiles y mejorar la eficiencia en el uso de recursos naturales. La bioeconomía no solo contribuye al desarrollo económico, sino que también juega un papel crucial en la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida.

 

¿Como se mide la bioeconomía? 

La bioeconomía se mide a través de una serie de indicadores y métricas que evalúan tanto su impacto económico como su sostenibilidad ambiental y social. Aquí hay algunas formas comunes de medir la bioeconomía:

1. Indicadores Económicos

  • Valor Añadido Bruto (VAB): Medición del valor económico generado por los sectores de la bioeconomía, como la agricultura, la silvicultura, la pesca, y las industrias basadas en la biotecnología.
  • Empleo: Número de empleos directos e indirectos generados por la bioeconomía.
  • Ingresos y Exportaciones: Ingresos generados por productos y servicios de la bioeconomía, así como la cantidad exportada.
  • Inversión en I+D: Cantidad de inversión en investigación y desarrollo en sectores relacionados con la bioeconomía.

2. Indicadores Ambientales

  • Reducción de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI): Evaluación de la disminución de GEI gracias a prácticas sostenibles y el uso de bioproductos.
  • Uso Eficiente de Recursos: Medición de la eficiencia en el uso de agua, tierra y otros recursos naturales.
  • Biodiversidad: Impacto de la bioeconomía en la biodiversidad y la conservación de ecosistemas.
  • Ciclo de Vida de los Productos: Análisis del ciclo de vida de bioproductos para evaluar su sostenibilidad ambiental.

3. Indicadores Sociales

  • Desarrollo Rural: Impacto de la bioeconomía en el desarrollo y la mejora de las condiciones de vida en áreas rurales.
  • Salud y Seguridad Alimentaria: Evaluación de la contribución de la bioeconomía a la seguridad alimentaria y a la salud pública.
  • Educación y Capacitación: Iniciativas de educación y formación profesional en sectores de la bioeconomía.

4. Indicadores de Innovación y Tecnología

  • Patentes y Publicaciones: Número de patentes y publicaciones científicas relacionadas con la bioeconomía.
  • Transferencia de Tecnología: Evaluación de la transferencia de tecnologías sostenibles a la industria y la sociedad.
  • Adopción de Tecnologías Sostenibles: Medición de la adopción de tecnologías y prácticas sostenibles en la producción y el consumo.

5. Indicadores Políticos y Regulatorios

  • Políticas y Estrategias Nacionales: Existencia y efectividad de políticas y estrategias nacionales para promover la bioeconomía.
  • Marco Regulatorio: Evaluación del marco regulatorio que apoya la sostenibilidad y la innovación en la bioeconomía.
  • Subvenciones y Apoyos Gubernamentales: Cantidad y efectividad de las subvenciones y apoyos gubernamentales para proyectos de bioeconomía.

Ejemplos de Herramientas y Metodologías

  • Cuentas Satélite de Bioeconomía: Metodología desarrollada por organismos internacionales y nacionales para medir el impacto económico de la bioeconomía en términos de VAB, empleo, y otros indicadores.
  • Análisis de Ciclo de Vida (ACV): Herramienta para evaluar el impacto ambiental de los bioproductos a lo largo de su ciclo de vida.
  • Modelos de Evaluación de Impacto: Modelos que integran datos económicos, ambientales y sociales para evaluar el impacto global de la bioeconomía.

La medición de la bioeconomía es compleja y multifacética, requiriendo una combinación de indicadores económicos, ambientales, sociales, de innovación y tecnológicos, así como herramientas y metodologías específicas. Esta medición es crucial para entender el verdadero impacto de la bioeconomía y para diseñar políticas y estrategias que promuevan su desarrollo sostenible.

 

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Agua y la distribución de beneficios

El acceso al agua apta para consumo humano es un derecho fundamental y esencial para la vida y la salud de las personas. El agua juega un papel crucial en una amplia gama de actividades humanas, desde la satisfacción de necesidades básicas hasta el desarrollo económico y social. A continuación, resumiremos la importancia del acceso al agua apta para el consumo humano, se analizarán las prioridades de uso y acceso al agua, se identificarán los actores relevantes para su administración y se abordará la financiación de la infraestructura necesaria para atender las demandas de agua por sector de la sociedad. Además, se propondrán reglas mínimas para asegurar una distribución justa del agua como un recurso humano básico para la vida.

Importancia del acceso al agua apta para consumo humano: El acceso al agua potable y segura es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de las personas. El agua apta para consumo humano es necesaria para la higiene personal, la preparación de alimentos y la prevención de enfermedades. Sin acceso a agua limpia y segura, las comunidades son más susceptibles a enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la diarrea, lo que puede llevar a altas tasas de morbilidad y mortalidad, especialmente en áreas desfavorecidas y en vías de desarrollo.

Prioridades de uso y acceso al agua: Es importante establecer prioridades en el uso y acceso al agua para asegurar una gestión sostenible y equitativa de este recurso vital. Las prioridades pueden variar según el contexto y las necesidades locales, pero generalmente se pueden dividir en los siguientes ámbitos:

  1. Uso doméstico: El acceso al agua potable para consumo humano y para necesidades básicas de higiene es de máxima prioridad. Todos los individuos deben tener acceso a una cantidad suficiente de agua apta para el consumo en sus hogares.
  2. Uso agrícola: La agricultura es un sector intensivo en el uso de agua y es crucial para la seguridad alimentaria. El acceso al agua para riego agrícola debe ser gestionado de manera eficiente y equitativa, considerando la productividad de los cultivos, la eficiencia del riego y las necesidades de los agricultores, especialmente aquellos que dependen de la agricultura de subsistencia.
  3. Uso industrial: La industria también requiere agua para sus procesos productivos. Es importante establecer regulaciones y controles para asegurar un uso eficiente del agua en los sectores industriales, evitando la contaminación y garantizando la sostenibilidad del recurso.

Actores relevantes para la administración del acceso al agua: La gestión del acceso al agua apta para consumo humano involucra a múltiples actores que desempeñan roles clave en su administración. Algunos de estos actores son:

  1. Gobierno: El gobierno, a través de sus instituciones y organismos relevantes, tiene la responsabilidad de formular políticas y regulaciones para asegurar el acceso equitativo y sostenible al agua. También debe supervisar y coordinar la gestión del recurso hídrico, fomentando la participación ciudadana y garantizando el cumplimiento de los derechos humanos.
  2. Organizaciones internacionales: Organizaciones como la ONU, la OMS y el UNICEF desempeñan un papel crucial en la promoción de políticas y programas para mejorar el acceso al agua potable y saneamiento básico a nivel global. También brindan asistencia técnica y financiera a los países en desarrollo.
  3. Autoridades locales: Las autoridades locales, como los gobiernos municipales y las juntas de agua, son responsables de la gestión y distribución del agua a nivel comunitario. Trabajan en estrecha colaboración con la comunidad para garantizar un acceso equitativo y eficiente al agua.

Financiamiento de la infraestructura necesaria: La financiación de la infraestructura necesaria para atender las demandas de agua varía según los países y las circunstancias específicas. Algunas fuentes comunes de financiamiento incluyen:

  1. Financiamiento público: Los gobiernos pueden asignar fondos del presupuesto nacional para invertir en infraestructura hídrica. Esto puede incluir la construcción de plantas de tratamiento, redes de distribución y sistemas de alcantarillado.
  2. Financiamiento privado: En algunos casos, la inversión privada puede desempeñar un papel importante en la financiación de proyectos de agua. Las empresas privadas pueden participar en la construcción y operación de infraestructuras, a menudo a través de asociaciones público-privadas.
  3. Ayuda y cooperación internacional: Los países en desarrollo a menudo reciben asistencia financiera y técnica de organismos internacionales y países donantes para mejorar su infraestructura hídrica. Estos fondos pueden destinarse a proyectos de acceso al agua potable y saneamiento básico.

Reglas mínimas para asegurar una distribución justa del agua: Para garantizar una distribución justa del agua como recurso humano básico para la vida, se pueden considerar las siguientes reglas mínimas:

  1. Reconocimiento del derecho humano al agua: Los gobiernos deben reconocer y garantizar el acceso al agua potable y segura como un derecho humano fundamental.
  2. Participación y consulta ciudadana: Las decisiones sobre la gestión del agua deben incluir la participación y consulta de la comunidad, especialmente de aquellos más vulnerables o afectados por la escasez de agua.
  3. Tarifas asequibles y subsidios: Las tarifas de agua deben ser asequibles para todos, especialmente para aquellos en situación de pobreza. Los subsidios pueden ser utilizados para garantizar el acceso a los grupos más desfavorecidos.
  4. Protección de ecosistemas acuáticos: La gestión sostenible del agua debe considerar la protección de los ecosistemas acuáticos, asegurando su conservación y preservación para las generaciones futuras.

Cómo afecta a la distribución de beneficios la prohibición y/o la limitación del acceso al agua para consumo humano.

La prohibición o limitación del acceso al agua apta para consumo humano puede tener graves repercusiones en la distribución de beneficios en diversos aspectos. A continuación, se exploran algunas de las implicaciones en términos económicos, de salud, sociales, morbilidad, mortalidad y políticos:

  1. Aspectos económicos: La falta de acceso al agua potable puede afectar negativamente la productividad económica. La escasez de agua puede obstaculizar la producción agrícola, lo que conduce a la pérdida de cultivos y la disminución de los ingresos de los agricultores. Además, la falta de agua adecuada para uso doméstico puede requerir que las personas recurran a fuentes alternativas costosas, como comprar agua embotellada, lo que representa una carga financiera adicional para las familias.
  2. Aspectos de salud: El acceso limitado al agua potable puede aumentar los riesgos para la salud de la población. Sin agua segura para beber, lavarse las manos y mantener la higiene personal, las comunidades son más susceptibles a enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, el cólera y la hepatitis A. Estas enfermedades pueden resultar en altas tasas de morbilidad y mortalidad, especialmente entre los grupos más vulnerables, como los niños y los ancianos. La falta de acceso al agua apta para consumo humano contribuye directamente a la morbilidad y mortalidad relacionadas con enfermedades transmitidas por el agua. Las enfermedades diarreicas, por ejemplo, son una de las principales causas de mortalidad infantil en áreas donde el acceso al agua segura es limitado. Además, la falta de agua adecuada también puede agravar otras enfermedades, como la desnutrición y las infecciones respiratorias.
  3. Aspectos sociales: La falta de acceso al agua potable puede tener consecuencias sociales significativas. Las comunidades que luchan por acceder a agua adecuada pueden enfrentar tensiones sociales y conflictos debido a la competencia por recursos limitados. Además, las mujeres y las niñas a menudo se ven afectadas desproporcionadamente, ya que pueden ser responsables de buscar agua, lo que puede limitar sus oportunidades educativas y económicas.
  4. Aspectos políticos: Las restricciones en el acceso al agua potable generan tensiones políticas y conflictos. La gestión inadecuada o injusta del agua aumenta las desigualdades sociales y crea divisiones en la sociedad. La falta de acceso equitativo al agua genera descontento entre la población y socava la estabilidad política.

El acceso al agua apta para consumo humano es un derecho fundamental y una condición indispensable para la vida y la salud. Su gestión equitativa y sostenible requiere la participación de múltiples actores, incluyendo gobiernos, organizaciones internacionales y autoridades locales. La financiación de la infraestructura necesaria debe ser asegurada a través de diversas fuentes, y reglas mínimas deben ser establecidas para garantizar una distribución justa del agua. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo se puede asegurar que todos tengan acceso a este recurso vital para el bienestar humano. La prohibición o limitación del acceso al agua apta para consumo humano tiene implicaciones significativas en múltiples aspectos. Afecta la distribución de beneficios económicos, la salud de la población, las dinámicas sociales, la morbilidad y mortalidad relacionadas con enfermedades transmitidas por el agua, así como las relaciones políticas y la estabilidad social. Por lo tanto, es fundamental garantizar un acceso equitativo y sostenible al agua potable para promover el bienestar humano y el desarrollo sostenible.

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Morete (Mauritia flexuosa) pertenece a la familia Arecaceae; aguaje en Peru una fruta exótica de la selva de sabor agridulce, pero muy rica, que también se conoce en Brasil como Buriti, en Colombia y Venezuela como Moriche.
Productos forestales no maderables
Morete (Mauritia flexuosa) pertenece a la familia Arecaceae; aguaje en Peru una fruta exótica de la selva de sabor agridulce, pero muy rica, que también se conoce en Brasil como Buriti, en Colombia y Venezuela como Moriche.

 

Los productos forestales no maderables (PFNMs) son aquellos productos obtenidos de los recursos forestales que no son madera, es decir, son aquellos derivados de los árboles y bosques que no implican la tala de los árboles en sí. Estos productos incluyen una amplia variedad de recursos y materiales que se obtienen de los bosques y que tienen valor económico, cultural o ambiental. Algunos ejemplos de productos forestales no maderables son:

  1. Frutas y nueces: Incluye frutas como las bayas, el açaí, los mangos, las nueces, entre otros, que se obtienen de los árboles y arbustos forestales.
  2. Plantas medicinales y aromáticas: Incluye hierbas, flores y raíces utilizadas con fines medicinales o para la producción de aceites esenciales y perfumes.
  3. Hongos y setas: Incluye variedades de hongos y setas silvestres que se recolectan en los bosques para uso alimentario o medicinal.
  4. Resinas y gomas: Se obtienen de los árboles a través de la extracción de savia o resina, utilizadas en la producción de productos químicos, adhesivos, barnices, entre otros.
  5. Miel y productos apícolas: Incluye la miel y otros productos derivados de la apicultura, como la cera de abejas y el propóleo, que se obtienen de las colmenas ubicadas en los bosques.
  6. Fibras vegetales: Incluye fibras como el algodón, el sisal, el yute y el coco, que se utilizan en la producción de textiles, cuerdas, cepillos y otros productos.
  7. Plantas ornamentales: Incluye plantas y flores utilizadas con fines decorativos en jardinería, paisajismo y ornamentación.

Estos son solo algunos ejemplos de productos forestales no maderables, pero la lista es amplia y variada. Los PFNMs son de gran importancia económica, cultural y ecológica, ya que pueden generar ingresos para las comunidades locales, promover la conservación de los bosques y diversificar la economía basada en recursos naturales.

Cómo lograr un aprovechamiento sostenible de los PFNMs?

Lograr el aprovechamiento sostenible de productos forestales no maderables implica adoptar prácticas que aseguren la conservación de los recursos naturales y promuevan el desarrollo económico y social de las comunidades locales. Aquí hay algunas estrategias clave para llevarlo a la práctica:
  1. Gestión sostenible de los recursos: Es esencial implementar medidas de gestión adecuadas, como la identificación y monitoreo de especies y ecosistemas, la regulación de la recolección y el establecimiento de límites de extracción sostenible. Esto garantizará que los recursos no maderables se utilicen de manera responsable y no se agoten.
  2. Fortalecimiento de capacidades locales: Promover la participación activa y el empoderamiento de las comunidades locales es fundamental. Proporcionar capacitación en técnicas de recolección sostenible, buenas prácticas de manejo y conocimiento sobre los beneficios de la conservación ayudará a asegurar una explotación adecuada de los productos forestales no maderables.
  3. Diversificación y valor agregado: Una forma efectiva de promover la sostenibilidad es fomentar la diversificación de productos y agregar valor a los productos forestales no maderables. Esto implica desarrollar habilidades de transformación y comercialización, creando nuevos productos derivados o promoviendo el uso sostenible de especies menos conocidas.

Las principales líneas de agregación de valor en productos forestales no maderables incluyen la transformación y procesamiento de los productos, la certificación de origen y calidad, la innovación en diseño y presentación, y la promoción de prácticas comerciales éticas y responsables.

En América Latina, existen casos relevantes de sostenibilidad en productos forestales no maderables. Algunos ejemplos notables incluyen:

  1. El manejo de palma de aceite y cacao en la región amazónica de Brasil y Perú, donde se han implementado programas de certificación y prácticas de manejo sostenible.
  2. La producción de açaí en la región amazónica de Brasil, donde se han establecido sistemas de cultivo y recolección sostenibles, y se ha promovido el comercio justo.
  3. La extracción y comercialización de resinas y gomas en México y Centroamérica, donde se han desarrollado sistemas de manejo forestal comunitario y se ha mejorado la calidad y trazabilidad de los productos.
El açaí, azaí, palmito o manaca (Euterpe oleracea) es una palmera originaria del norte de América del Sur que crece formando asociaciones en bosques húmedos cerca de las riberas.

Los productos forestales no maderables contribuyen a reducir la deforestación de varias maneras:

  1. Diversificación económica: Al proporcionar oportunidades económicas alternativas a la tala de árboles, los productos forestales no maderables pueden reducir la dependencia de la extracción de madera, lo que a su vez disminuye la presión sobre los bosques.
  2. Valoración de los bosques en pie: Al reconocer el valor económico de los productos forestales no maderables, se crea un incentivo para conservar los bosques intactos en lugar de destruirlos.
  3. Protección de ecosistemas: Al promover la recolección sostenible, se fomenta la conservación de los ecosistemas forestales y se preserva la biodiversidad asociada.

Para lograr una mejor distribución de beneficios en una cadena de producción que involucre recolección, centros de acopio, logística, transformación y comercialización de productos forestales no maderables, se deben considerar los siguientes aspectos:

  1. Participación equitativa: Es importante garantizar la participación activa y equitativa de todas las partes involucradas en la cadena de producción, incluidos los recolectores, los intermediarios, los transformadores y los comerciantes. Esto implica establecer relaciones justas y transparentes, promoviendo la colaboración y el diálogo.
  2. Transferencia de conocimientos: Proporcionar capacitación y acceso a información sobre buenas prácticas de manejo, técnicas de transformación y estándares de calidad asegura que todos los actores de la cadena estén empoderados y puedan tomar decisiones informadas.
  3. Valoración justa: Establecer precios y condiciones de compra justos, que reflejen el valor real de los productos forestales no maderables y reconozcan el esfuerzo y el conocimiento de los recolectores.
  4. Certificación y etiquetado: Implementar sistemas de certificación y etiquetado puede ayudar a garantizar la trazabilidad de los productos y comunicar al consumidor final que se adquieren productos provenientes de fuentes sostenibles.

En resumen, lograr el aprovechamiento sostenible de productos forestales no maderables implica adoptar prácticas de gestión responsable, promover la diversificación y el valor agregado, y asegurar una distribución equitativa de beneficios en toda la cadena de producción. Estas medidas contribuyen a reducir la deforestación y fomentar la conservación de los bosques.

Cómo financiar el desarrollo de cadenas de valor de PFNMs?

El financiamiento para el desarrollo de cadenas productivas de productos forestales no maderables (PFNMs) puede provenir de diversas fuentes. Aquí hay algunas opciones comunes:

  1. Fondos gubernamentales: Muchos gobiernos cuentan con programas y fondos específicos para el desarrollo sostenible de recursos naturales, incluidos los PFNMs. Estos programas pueden ofrecer subvenciones, préstamos con tasas de interés preferenciales u otros incentivos financieros para apoyar el desarrollo de cadenas productivas sostenibles.
  2. Instituciones financieras internacionales: Organizaciones como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros bancos regionales de desarrollo pueden ofrecer financiamiento para proyectos relacionados con el desarrollo sostenible, incluyendo el desarrollo de cadenas productivas de PFNMs. Estos organismos suelen tener programas específicos para promover la conservación de los recursos naturales y el desarrollo económico sostenible.
  3. Fondos de inversión y capital de riesgo: Existen fondos de inversión y firmas de capital de riesgo que se enfocan en proyectos sostenibles y de impacto social. Estos fondos pueden estar interesados en financiar el desarrollo de cadenas productivas de PFNMs que promuevan la sostenibilidad y generen beneficios económicos para las comunidades locales.
  4. Cooperación internacional y ONGs: Organizaciones no gubernamentales y programas de cooperación internacional también pueden proporcionar financiamiento y asistencia técnica para proyectos de desarrollo de cadenas productivas de PFNMs. Estos programas a menudo se centran en el desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades locales.
  5. Inversión privada y alianzas público-privadas: Las empresas privadas interesadas en el sector de los PFNMs pueden invertir directamente en proyectos de desarrollo de cadenas productivas. Además, las alianzas público-privadas pueden ser una opción, donde se combinen recursos y experiencia del sector privado con el apoyo gubernamental para financiar y desarrollar proyectos conjuntos.

Es importante elaborar un plan de negocio sólido y demostrar la viabilidad económica y ambiental del proyecto para aumentar las posibilidades de obtener financiamiento. También es recomendable buscar asesoramiento y apoyo de expertos en el campo del desarrollo sostenible y la gestión de recursos naturales para aprovechar al máximo las oportunidades de financiamiento disponibles.

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Polinización, conservación y financiamiento

La polinización es un proceso fundamental en la reproducción de las plantas con flores, y desempeña un papel crucial en la producción de alimentos, la biodiversidad y la salud del ecosistema en general. En este ensayo, exploraremos el proceso de polinización, los beneficios que aporta a las poblaciones humanas, los principales polinizadores presentes en entornos urbanos y rurales, y las formas de conservar y financiar a estas importantes criaturas.

El proceso de polinización es el transporte de polen desde los estambres masculinos hasta los estigmas femeninos de una flor. Este transporte puede ocurrir a través de diferentes medios, como el viento, el agua y, el más común, a través de la acción de los polinizadores, que incluyen insectos, aves, murciélagos y otros animales. Estos polinizadores visitan las flores en busca de alimento, como néctar o polen, y a medida que se mueven de flor en flor, transfieren inadvertidamente el polen.

Los beneficios de la polinización para las poblaciones humanas son diversos y de gran importancia. En primer lugar, la polinización es esencial para la producción de alimentos. Se estima que al menos el 75% de los principales cultivos alimentarios del mundo dependen, en alguna medida, de la polinización por animales. Esto incluye frutas, hortalizas, nueces, semillas oleaginosas y muchas plantas forrajeras que alimentan al ganado. Sin polinización, la producción de alimentos se vería severamente afectada, lo que resultaría en una disminución en la disponibilidad de alimentos y un aumento en los precios.

Además de los beneficios económicos, la polinización también contribuye a la biodiversidad y al equilibrio de los ecosistemas. Al facilitar la reproducción de las plantas con flores, los polinizadores ayudan a mantener la diversidad genética de las especies vegetales, lo que es fundamental para su adaptación y supervivencia a largo plazo. Asimismo, las plantas polinizadas por animales suelen producir frutos y semillas que son una fuente de alimento para otros animales, lo que contribuye a la cadena alimentaria y al ciclo de nutrientes en los ecosistemas.

En cuanto a los principales polinizadores presentes en entornos urbanos y rurales, las abejas son los polinizadores más conocidos y prolíficos. Las abejas melíferas, en particular, son responsables de una gran proporción de la polinización de cultivos y plantas silvestres. Además de las abejas, otros insectos como las mariposas, los escarabajos y las avispas también desempeñan un papel importante en la polinización. En entornos urbanos, las abejas y otros polinizadores pueden encontrar fuentes de alimento en parques, jardines, balcones con plantas y áreas verdes bien mantenidas.

Cómo conservar polinizadores?

La conservación de los polinizadores es crucial para garantizar su supervivencia y mantener los beneficios que nos brindan. Algunas medidas clave para conservar a los polinizadores incluyen:

  1. Preservar y restaurar hábitats naturales: Es fundamental proteger y restaurar los hábitats naturales de los polinizadores, como praderas, bosques y zonas ribereñas. Esto implica evitar la deforestación, promover prácticas agrícolas sostenibles y crear corredores de polinizadores que conecten diferentes áreas naturales.
  2. Reducir el uso de pesticidas: Los pesticidas, especialmente los neonicotinoides, han sido asociados con la disminución de las poblaciones de polinizadores. Es importante utilizar alternativas menos dañinas y aplicar medidas de control integrado de plagas que minimicen el uso de productos químicos.
  3. Plantar flores y plantas nativas: Al elegir plantas para jardines y áreas urbanas, es recomendable seleccionar especies nativas que proporcionen alimento y refugio para los polinizadores. Las flores ricas en néctar y polen, que florecen en diferentes épocas del año, son especialmente beneficiosas.
  4. Educar y concienciar: La educación sobre la importancia de los polinizadores y las prácticas de conservación puede ayudar a generar conciencia y fomentar cambios en los comportamientos individuales y colectivos. Se pueden desarrollar programas educativos en escuelas, comunidades y medios de comunicación para difundir información sobre la importancia de la polinización y cómo proteger a los polinizadores.

Financiamiento para conservar polinizadores

En cuanto a la financiación de las poblaciones de polinizadores, es un desafío que requiere una combinación de esfuerzos gubernamentales, privados y comunitarios. Algunas posibles estrategias incluyen:

  1. Financiamiento gubernamental: Los gobiernos pueden asignar recursos financieros para programas de conservación de polinizadores, así como para la investigación y el monitoreo de las poblaciones de polinizadores. Estos fondos pueden provenir de presupuestos de agencias ambientales, departamentos de agricultura y programas de conservación de la biodiversidad.
  2. Incentivos fiscales y subsidios: Se pueden establecer incentivos fiscales y subsidios para alentar a los agricultores y propietarios de tierras a implementar prácticas amigables con los polinizadores, como la creación de áreas de hábitat y la reducción del uso de pesticidas.
  3. Asociaciones público-privadas: La colaboración entre el sector público y el privado puede ser clave para financiar proyectos de conservación de polinizadores. Las empresas y organizaciones pueden patrocinar programas de educación, investigación y restauración de hábitats.
  4. Financiamiento colectivo: La comunidad puede desempeñar un papel importante mediante el apoyo financiero a proyectos de conservación de polinizadores a través de donaciones y crowdfunding. Esto puede ayudar a recaudar fondos para acciones locales y generar conciencia sobre la importancia de proteger a los polinizadores.

En conclusión, la polinización es un proceso vital para la producción de alimentos y la biodiversidad, con importantes beneficios para las poblaciones humanas. Los polinizadores, como las abejas y otros insectos, juegan un papel fundamental en este proceso. Para conservar y financiar a los polinizadores, es necesario preservar hábitats naturales, reducir el uso de pesticidas, plantar flores y plantas nativas, educar y concienciar, así como implementar estrategias de financiación a través de la colaboración entre el sector público, privado y la comunidad en general. Proteger a los polinizadores es esencial para garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas y el bienestar humano a largo plazo.

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    Abejas, polinización y miel. Financiamiento de su conservación

    Las abejas productoras de miel desempeñan un papel crucial en la preservación del medio ambiente. Aquí algunos de los beneficios que brindan:

    1. Polinización: Las abejas son polinizadores clave en los ecosistemas naturales y en la agricultura. Al transportar polen de una flor a otra, permiten la reproducción de muchas plantas, lo que es fundamental para la producción de alimentos y la conservación de la diversidad vegetal.
    2. Mantenimiento de la biodiversidad: La polinización realizada por las abejas ayuda a mantener la biodiversidad al favorecer la reproducción de diversas especies de plantas. Esto tiene un impacto positivo en otros organismos, como insectos, aves y mamíferos que dependen de esas plantas para su alimentación y hábitat.
    3. Producción de miel y otros productos de la colmena: Las abejas productoras de miel nos brindan un alimento natural y saludable: la miel. Además, también producen cera de abejas, polen, propóleo y jalea real, que tienen diversos usos en la industria alimentaria, cosmética y médica.

    Consumo de miel y otros productos de la colmena

    Consumir miel tiene varios beneficios para la salud, tanto a corto como a largo plazo. A continuación, algunos de ellos:

    1. Propiedades nutritivas: La miel es rica en nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes. Contiene pequeñas cantidades de vitamina C, calcio, hierro, zinc, potasio y magnesio, entre otros.
    2. Propiedades antimicrobianas: La miel tiene propiedades antimicrobianas y antibacterianas debido a su contenido de compuestos como el peróxido de hidrógeno. Esto ayuda a combatir infecciones y promover la cicatrización de heridas.
    3. Alivio de la tos y el resfriado: La miel puede aliviar la tos y el malestar asociados con el resfriado común. Se ha demostrado que es tan efectiva como algunos jarabes para la tos y puede ayudar a calmar la garganta irritada.
    4. Mejora la salud gastrointestinal: La miel puede tener un efecto beneficioso en el sistema digestivo. Puede ayudar a aliviar el malestar estomacal, la acidez y la inflamación, así como a promover el equilibrio de la flora intestinal.
    5. Energía natural: La miel es una fuente de carbohidratos naturales, lo que la convierte en una excelente opción para obtener energía rápida antes de hacer ejercicio o cuando se necesita un impulso durante el día.

    En cuanto al ahorro en medicamentos, esto puede variar según cada persona y sus necesidades de salud individuales. La miel puede ser utilizada como un complemento en el cuidado de la salud, pero no debe reemplazar tratamientos médicos recetados cuando sea necesario.

    En el largo plazo, el consumo regular de miel puede contribuir a mantener una buena salud en general. Los antioxidantes presentes en la miel ayudan a proteger el cuerpo contra el daño causado por los radicales libres, lo que puede tener un efecto beneficioso en el envejecimiento y en la prevención de enfermedades crónicas.

    En la vida cotidiana, la miel puede beneficiarnos de diferentes maneras. Puedes utilizarla como edulcorante natural en lugar de azúcar refinada, lo que te permite reducir la ingesta de calorías vacías. También puedes agregar miel a tus infusiones, té o batidos para mejorar el sabor y disfrutar de sus propiedades saludables. Además, puedes usarla como ingrediente en productos caseros para el cuidado de la piel, como mascarillas faciales o exfoliantes naturales.

    Recuerda que, si tienes alguna condición médica o alergia, es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporar la miel a tu dieta regular.

    Una responsabilidad socio ambiental

    Para promover la responsabilidad socioambiental, las empresas pueden tomar las siguientes medidas:

    1. Prácticas sostenibles: Las empresas pueden adoptar prácticas sostenibles en sus operaciones, como reducir el consumo de recursos naturales, minimizar la generación de residuos y promover la eficiencia energética. Esto ayuda a reducir el impacto ambiental y contribuir a la conservación de los recursos naturales.
    2. Compromiso con la comunidad: Las empresas pueden involucrarse en proyectos comunitarios que promuevan la educación ambiental, la conservación de la naturaleza y el apoyo a organizaciones que trabajan en la protección de las abejas y otros polinizadores. Esto puede incluir programas de voluntariado, donaciones o alianzas estratégicas.
    3. Apoyo a los proveedores sostenibles: Las empresas pueden fomentar prácticas sostenibles en su cadena de suministro, eligiendo proveedores que adopten prácticas amigables con el medio ambiente y promoviendo estándares ambientales en sus contratos y acuerdos comerciales.

    Financiamiento de poblaciones de abejas

    Para financiar el crecimiento de la población de abejas, se pueden considerar las siguientes opciones:

    1. Apoyo a apicultores locales: Las empresas pueden colaborar con apicultores locales, brindándoles apoyo financiero o adquiriendo sus productos. Esto ayuda a mantener y fortalecer la actividad apícola, contribuyendo así al crecimiento de las poblaciones de abejas.
    2. Proyectos de investigación: Las empresas pueden financiar proyectos de investigación orientados a comprender mejor los factores que afectan la salud y el crecimiento de las poblaciones de abejas. Esto puede incluir investigaciones sobre enfermedades, pesticidas, manejo de colmenas y prácticas agrícolas sostenibles.
    3. Programas de conservación y restauración del hábitat: Las empresas pueden colaborar con organizaciones y proyectos que se centren en la conservación y restauración de los hábitats naturales de las abejas. Esto puede incluir la plantación de flores y la creación de áreas protegidas para proporcionar un entorno propicio para su desarrollo.

    Es importante tener en cuenta que el apoyo a las abejas y su hábitat debe ser parte de una estrategia de sostenibilidad más amplia en las empresas, abordando otros aspectos clave como la reducción de emisiones de carbono y la gestión responsable de los recursos naturales.

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